La escuela llego a mi con 47 años, después de haberla deseado por más de 20, y será por eso que saboreo conscientemente y disfruto cada trazo, cada pincelada, cada desbastado con la gubia, cada boceto y cada amorosa correccion y enseñanza de los docentes. La escuela está viva, siento una profunda gratitud y deseos de traspasar nuevamente sus puertas!

La escuela de Arte Gustavo Chertudi me dió la posibilidad de estudiar la Tecnicatura en Cerámica, que tanto me gusta, muy cerca de donde vivo.

La Escuela de Arte, mi escuela, mi lugar, mi refugio y mi hogar; la conductora a realizar mis sueños y proyectos que hoy los está haciendo posible. Quien tuvo o tiene la dicha de ser parte de ella entiende de esto.
Hace cuatro años que transito la mejor institución, la que en diciembre de 2016 fui a llenar mi curricula sin esperanzas de poder llegar a algún lado y acá estoy siendo parte de la misma, agradecida de las oportunidades, los mimos, los empujes, los aprendizajes, los errores, las frustraciones y los últimos intentos. Por ahí leí una frase que dice, el que no arriesga no gana y acá estoy después de 4 años arriesgando y apostando a la carrera, a la escuela, al arte y a la educación pública.
Agradezco la oportunidad de poder estudiar en mi pueblo, la carrera que siempre quise. Agradezco a quienes me pulen para sacar lo mejor de mi día a día. Agradezco a la escuela la oportunidad de poder estudiar diseñador gráfico y por último, agradezco las ganas, el valor y la fuerza de quienes la componen para que no nos arrebaten nuestros sueños. La escuela sigue de pie para muchas más oportunidades.

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